lunes, 30 de enero de 2012

Avance del viernes

Bienvenidos, una semana más. Os avanzamos los reportajes del viernes:

JULIO
  • Historia del Arte: Stmo. Cristo del Crucero, II (Retomo este reportaje esta semana)
  • Música: "Júpiter", de Gustav Holst
  • Fotografía: Benacazón magnífico, II
  • Julio: Fabula Regis. Escena 7 
 JOSÉ IGNACIO
  • Historia: Misterios de la Historia. El Arca de la Alianza, IV
  • Literatura: "La cara de la inocencia", de José Cañas Torregrosa
  • Cine: "Sherlock Holmes: Juego de sombras", de Guy Richie
  • José Ignacio: La Bella y el ángel. Escena 4 

sábado, 28 de enero de 2012

Fabula Regis. Escena 6

(Se abre el telón. El cadáver de Trevor está sobre el suelo, con una extraña sábana cubriéndolo. Entran Pepe y Jill) 


PEPE: ¿Qué ha sido ese estruendo?
JILL: No tengo ni idea, pero... ¡Mira! (Señala el cádaver) ¿Qué hace aquí el Señor Bellingham? ¿No se encontraba en otra parte?
PEPE: Esto es muy extraño. No lo entiendo.


(Entran Charles y Julie) 


CHARLES: Pepe, ¿Qué ha ocurrido?
PEPE: No lo sabemos, Charles, pero tu padre se ha movido de sitio.
CHARLES: ¿Qué? ¿Pero cómo?
JULIE: Esto cada vez está más enredado.
PEPE: (Se acerca a Julie) ¿Tú estás bien, Julie?
JULIE: (Malhumorada) Sí, no hace falta que te preocupes por mí.


(Entran Rogelia, Eusebia y Bernarda, cotilleando entre ellas, y detrás Margaret y Alice. Al ver la escena, se sorprenden) 

EUSEBIA: ¡Ay, madre mía! ¡Ay, Señó del Gran Podé! ¿Qué hace éste cambiao de sitio?
BERNARDA: Desde luego, Eusebia... ¡Qué poca cultura! La inspectora lo estará revisando para alguna prueba o algo así... ¿No es así, señorita ayudante?
JILL: Lo ciero es que no. Lo hemos encontrado aquí. No sabemos quién lo ha movido, y lo peor es que la inspectora no aparece por ninguna parte.
EUSEBIA: ¡Eso no será verdad! ¡Ay, Jesusito de mi vida! ¡Que el Tresvor se ha movido él sólo! ¡Que es un Frankestein de esos! (Se arrodilla y empieza a rezar) ¡Bernarda, por la gloria de tu madre! ¡Arrodíllate ahora mismo,por Dios!
BERNARDA: Eusebia, que no pué sé, hija mía. Que no se puede levantar el pobrecito mío... o, vamos, eso pienso yo. ¡Ay, Eusebia, miarma! ¡Que mi madre me dijo que cuando los muertos se levantasen sería el fin del mundo! ¡Reza todo lo que sepas! ¡Reza, Eusebia, por Dios!

(Las sirvientas rezan y se santiguan contínuamente. Rogelia se exaspera) 

ROGELIA: ¡¡Silencio!! ¿Os queréis callar?

(Se hace un silencio enorme en la sala) 

ROGELIA: Vosotras (Señala a las sirvientas) ¿Cómo leches se va a levantar un muerto? Ay, no sois más tontas porque no os entrenáis, de verdad... ¡Levantáos ya, por favor, que estáis haciendo el ridículo! Qué vergüenza más grande, por Dios...
SIRVIENTAS: Perdone, señora.

(Margaret se sitúa junto al cadáver, y Alis se arrodilla junto a él) 

ALIS: No me lo podía creer, pero es verdad; Trevor ha muerto. ¿Quién ha podido cometer este crimen, eh? ¡Hablen, hablen españoles! No sirven para nada... (Sale de escena llorando) 
ROGELIA: ¿Qué le pasa a la secretaria, Margaret?
MARGARET: La verdad es que ni lo sé ni me importa.
JILL: Pero... ¿Qué es eso?

(Jill se acerca al cadáver y levanta la sábana; Pepe la ayuda. Ambos la cogen por los extremos y la extienden. Se descubre una inscripción en la sábana) 

PEPE: ¿Qué se supone que significa esto? ¿R.E.X.? ¿Qué es?
JILL: ¿Será una pista? Puede que la inspectora...
CHARLES: Pero, ¿Y si es una trampa?
PEPE: Dios...
ADELE: Parece que mi padre nunca podrá descansar en paz.
JILL: Supongamos que R.E.X. es una pista. Si no me equivoco, tendría que ser como una especia de clave... pero es demasiado inexacto. Tiene que haber algo más.
PEPE: Jill, ¿Ha comprobado el cadáver en algún momento?
JILL: Bueno, le hicimos un cacheo inicial cuando llegamos, pero vamos a hacerle otro. Quiero quedarme segura.

(Jill cachea el cadáver. Descubre que en sus bolsillos hay una baraja de cartas. Jill la revisa) 

MARGARET: ¿De qué se trata, agente?
JILL: Es una baraja de cartas normal y corriente. No le veo nada extraño.
PEPE: ¿Puedo verla?
JILL: Por supuesto.

(Pepe empieza a revisar la baraja, y encuentra una pista) 

PEPE: Faltan cartas.
ADELE: ¿Y eso qué quiere decir?
PEPE: Ahora mismo no lo sé. Faltan el As, el 2, el 5 y el rey de Picas. Tenemos esto, y la sábana. ¿Qué puede significar?
CHARLES: Supongamos que este mensaje lo ha dejado el asesino. (Se dirige a Jill) ¿Esto no dificultaría su trabajo?
JILL: No creo que esto lo haya hecho el asesino; es demasiado meticuloso. Ha sido la inspectora. Estoy segura.
EUSEBIA: Yo a esto no le veo ni pies ni cabeza, Bernarda. Todo esto es mú raro.
BERNARDA: Venga, vámonos, que tenemos que cotillear un rato por ahí. Yo ya estoy harta de tanto muerto. Mira, me han dicho que... (Salen de escena)
ROGELIA: ¿Y éstas dos? ¿Dónde se han metido? ¡Ay, qué paciencia, Señor! Y después soy yo el ogro del cuanto cuando les grito. A ver si no es pa enfadarse. Voy a ir a buscarlas, porque... (Hace el amago de irse) 
MARGARET: ¡Un momento, Rogelia! No te vas a ir tan fácilmente.
ROGELIA: ¿Qué pasa, Margaret? ¿Algún problema?
MARGARET: Ya he comprendido el mensaje. ¡Tú eres la asesina, Rogelia!

(La sorpresa domina a todos los personajes. Entran las dos sirvientas corriendo, hacia su señora) 

SIRVIENTAS: ¡Eso no será verdad!
EUSEBIA: ¡Ay, señora Rogelia! ¿Cómo puede ser esto? Si usted es un cachito de pan. Bueno, más bien un pan rancio, pero no me puedo creer que haya matado a alguien. ¿Y ahora qué van a decir las vecinas? Con los malas que son, voy a ser el comedero de esas bichas. Pero vamos, yo me lo veía venir, con la cara de malaje que tiene...
BERNARDA: ¡Ay, señora Rogelia! ¿Cómo ha hecho algo así? Y encima mata al invitado... ¡Oy, oy, oy! Ya sé que muy simpático no era y que tenía mú poco culo, pero lo que ha hecho es de ser una mala persona. No me lo esperaba de usted.
ROGELIA: ¡¡¡SILENCIO!!! (Coge a las dos sirvientas del pelo)¡Como se os vuelva a ocurrir llamarme a mí asesina os cojo del pelo este tan feo que tenéis y os arrastro por toa Sevilla! ¿Entendido?
BERNARDA: Entonces, ¿Usted no es la asesina?
ROGELIA: ¿¡Cómo voy a ser yo la asesina, niña!? Si no soy capaz de matar a una mosca...
EUSEBIA: Mientras duerme, por supuesto.
ROGELIA: ¿Qué has dicho, Eusebia? Mira que no me conoces por las malas y estás a punto de saberlo.
EUSEBIA: Ni me lo quiero imaginar, señora.

(Rogelia suelta a las sirvientas del pelo, y se dirige a Margaret) 

ROGELIA: Bueno, a lo que íbamos. Margaret, ¿Por qué me has acusado? Creía que éramos como amigas. No lo entiendo.
MARGARET: Me cuesta admitirlo, es verdad, pero es la única respuesta posible. Me remito a la sábana. R de Rogelia. La X representa la incógnita de quién es el asesino.
ADELE: ¿Y esa E qué significa?
MARGARET: Esa E hace referencia al apellido de soltera de Rogelia, Estébanez. Adoptó el apellido Mendoza cuando se casó con Eufrasio. Rogelia... muy a mi pesar, tú tienes que ser la asesina.

(Silencio profundo en la escena) 

JILL: Sé que estamos en una situación complicada, pero tenemos a un asesino entre nosotros y no debemos de bajar la guardia. Además, todavía no sabemos el significado de las cartas. Sinceramente... no me cuadra que Rogelia sea la asesina.
ROGELIA: Gracias por su confianza, agente. Pero, ¿Qué ha pasado con la inspectora?
JILL: Pues no lo sé. No la encontramos por ninguna parte. La última vez que la vi fue antes de irnos a dormir. Ella me dijo que sabía quién era el asesino, y que tuviésemos cuidado, porque podría tendernos una trampa. Luego, subió a su cuarto. Y hasta ahora.
CHARLES: Entonces estamos como al principio: sin saber nada.
PEPE: Pero no nos podemos rendir. Debemos de seguir investigando hasta el final.
JULIE: Mucho ruido, y pocas nueces. Deja ya de jugar a los detectives, que ya eres muy mayorcito.
ADELE: ¿Por qué no tienes un poco de respeto hacia tu futuro marido?

(Las hermanas se miran de mala forma. Se hace un silencio tenso) 

ROGELIA: Bueno, volvamos todos a nuestros dormitorios. Mañana será un día mejor.

(Salen todos, excepto Julie, que queda de pie en escena) 

JULIE: Pido tan poco... y ni siquiera eso puedo conseguir.

(Entra Adele) 

ADELE: ¿Ya estás otra vez haciéndote la mártir?
JULIE: ¿Qué dices, hermana?
ADELE: Digo, que siempre has sido igual. Desde pequeña fuiste el ojito pequeño de papá. Siempre los mejores regalos, los mejores vestidos y los mejores vestidos para ti. Y para mí nada, como siempre.
JULIE: No te entiend
o, Adele.
ADELE: ¿Cómo que no me entiendes? Eres tan hipócrita, hermana... ¡No te soporto! ¡¡NO TE SOPORTO!!
JULIE: ¿Pero por qué me estás diciendo estas barbaridades?
ADELE: ¿Hace falta que diga el por qué? Es muy simple. Tienes la oportunidad de casarte con un hombre maravilloso y la estás arruinando porque, (Irónica) supuestamente, te sientes encerrada en esta familia. ¿Eres, o no eres hipócrita, hermana?
JULIE: No sabía que pensabas eso de mí, hermana. Pero lo que más me duele no es eso. Lo que más me duele es que todo esto lo esté formando sólo "él".
ADELE: ¿Sólo por él? ¿SÓLO POR ÉL?
JULIE: Adele, tranquílizate.
ADELE: ¿¡Cómo quieres que me tranquilice!? ¿Tú te estás escuchando? Estoy luchando para poder obtener algo que me ha sido negado toda mi vida. Estoy intentando ser feliz. ¿Tanto te duele ver feliz a tu hermana?
JULIE: Escúchame, Adele...
ADELE: ¡No te quiero escuchar! ¡No te quiero oír! ¡No te quiero ver! ¡No quiero saber nada más de ti!
JULIE: Por favor, Adele. Sé que la idea del compromiso te hacía mucha ilusión y también sé lo que sientes por Pepe, pero ahora mismo soy yo la que no sabe decidir.
ADELE: ¿Qué quieres decir?
JULIE: Siento que si acepto el compromiso, mi vida estará totalmente delimitada a estas cuatro paredes, y no quiero eso. Sin embargo, siento algo por Pepe, aunque no sé si es amor u odio. Mi elección es muy difícil, y no soy capaz de tomarla.
ADELE: (Coge del cuello a Julie) No me equivocaba, no. Sigues siendo la niña caprichosa de papá. Pero esto va a cambiar. Voy a hacer que Pepe te odio, y haré que te acuse de haber matado a padre. Te pudrirás en la cárcel hasta el final de tus días.
JULIE: ¡No! ¡Calla, Adele! ¡Calla!
ADELE: ¡Morirás sola, en la más profunda oscuridad! ¡Nadie te recordará y la pena te matará!
JULIE: ¡¡¡CALLA!!!

(Julie da una bofetada a Adele, quien la suelta del cuello) 

JULIE: ¡Ah! Adele... perdóname. Yo no quería...
ADELE: Ya sabía yo que nunca cambiarías. Me acabas de demostrar lo que yo decía. (Irónica) Gracias, hermana.

(Adele sale, y Julie queda destrozada) 

JULIE: ¿Qué puedo hacer? Mi hermana me odia y no sé qué hacer con el compromiso. Mi destino está fijado y ya no puedo escapar de él. El final está cerca.

(Julie sale. Entra Pepe) 

PEPE: No encuentro a la inspectora Adler por ninguna parte, y esto me viene demasiado grande. No sé qué puedo hacer. Pero de alguna forma debo de resolver este crimen; por Julie. (Se acerca al cuerpo de Trevor) Trevor, por favor, dame una pista... algo para poder enlazarlo todo. Toda esta historia no tiene sentido... toda... ¿Historia? (Se queda pensativo) ¡Ya lo tengo! ¡Ya sé cómo sucedió todo! ¡Ya sé quién es el asesino!

(Entra Julie. Fin de la escena 6)



viernes, 27 de enero de 2012

Benacazón magnífico. "Vista de la infancia".

Bienvenidos otra semana a la sección de Fotografía. Hoy iniciamos una serie de reportajes que, si me permiten la vanagloria, van a ir sobre mi querido pueblo de Benacazón. En él he nacido, vivo y espero morir algún día dentro de muchos, muchísimos años. Mis recuerdos de la infancia están en sus calles y plazas. Sus olores, sus colores, sus gentes... todo lo siento como si fuera mío, y de hecho lo es. Cada benacazonero o benacazonera tiene una parte de Benacazón consigo. Un trozo de Benacazón nos pertenece a cada uno de nosotros. Por ello, y aprovechando la oportunidad que me da este blog para expresarme, invito a todos a que visitéis Benacazón, pues guarda secretos, vistas y paisajes hermosos, como los que iremos viendo en esta sección de ahora en adelante. Y sin más dilaciones, vayamos a la fotografía.
La foto que ven ustedes arriba fue tomada el día 8 de enero, sobre las 17:00 h. de la tarde, y al igual que la foto de la semana pasada, desde mi azotea. Al vivir en el centro de Benacazón, tengo la suerte de tener unas vistas preciosas de los principales monumentos del pueblo: capilla, Ayuntamiento, Iglesia Parroquial, torres de molino... Precisamente en esta instantánea se aprecia la torre de la iglesia. Pero como diría Jack "el destripador": vayamos por partes.
El centro de la imagen lo ocupa, al igual que la semana pasada, una pirindola o piña de azotea. Es un elemento típico de las azoteas benacazoneras, y supongo que también del resto de pueblos del Aljarafe y, aunque de escaso valor artístico, algunas tienen diseños especialmente trabajados. En este caso, el estilo de la pirindola es simple, con rasgos arabizantes.
En segundo plano se aprecia parte del cuerpo superior de la torre de la Iglesia Parroquial Santa María de las Nieves de Benacazón, añadida al edificio primigenio en 1756, tras el terremoto de Lisboa. El color de la pirindola y el del tejado de la torre son idénticos, lo que da una sensación de unidad estética muy curiosa. Sobre el lado derecho de la torre, se aprecia un nido de cigüeñas que, ahora mismo, se encuentra vacío. A comienzos de febrero volverán sus moradoras, y yo podré realizar alguna que otra fotografía interesante de ellas. También en el mismo plano se observa, al igual que en la anterior fotografía, una antena de televisión que nos recuerda que estamos en la actualidad.
Para realzar la pirindola apliqué un zoom moderado y enfoqué la cámara de tal manera que el segundo plano (compuesto por la torre y la antena) quedaran desenfocados, realzando el elemento principal.
Pues nada más. La semana que viene volveremos con otra instantánea sobre Benacazón. Mientras, y para que disfrutéis de la imagen como Dios manda, os dejo también un poco de música:

"Primavera", de Vivaldi

Hoy, en la sección de Música, nos vamos hacia el siglo XVIII. Sí, nos vamos a la época clasicista para disfrutar de una de las composiciones más famosas de este estilo musical: La Primavera, dentro de "Las cuatro estaciones" del compositor Vivaldi. Antes de comenzar, gracias a http://aam.blogcindario.com por la información.

El fenómeno de las estaciones encierra un especial valor musical porque es modelo de variedad en la unidad, constituye un ritmo y ofrece muchas posibilidades onomatopéyicas. Es lógico, pues, que haya tentado a los compositores de todas las épocas y haya sido uno de los primeros temas iniciadores de la música de programa. Sin embargo, esta obra de Vivaldi no puede ser calificada hoy de música descriptiva propiamente dicha, si bien lo que ahora nos parece de una total ortodoxia clásica en su época (principios del siglo XVIII) fue calificado de "atrevidísimas y simplistas imitaciones de cantos de pájaros, disparos de escopeta y retumbar de truenos, muy poco musicales e indignas de un artista inspirado". Un análisis posterior define esta obra como estrictamente subordinada a la forma 'Concerto' y como música pura que se asoma tímidamente a las posibilidades de plan literario.

Durante casi dos siglos permaneció su producción en el olvido. pero desde hace unos cincuenta años su música ha sido elevada a los más altos estadios de la creación artística. Todavía hoy es muy frecuente que los infatigables musicólogos nos sorprendan con un nuevo hallazgo: un concierto, una ópera de Vivaldi desconocidos hasta nuestros días.

Vivaldi fue un hombre singular sin duda, que siendo clérigo no ejerció como tal, nunca sabremos si porque realmente estaba enfermo como él apuntaba en sus frecuentes excusas, o porque no le satisfacían las obligaciones que la vida religiosa le imponía.

Un hombre denostado por unos (con frecuencia por los propios músicos, como Ígor Stravinski); admirado por otros (los más); innovador en el plano musical como pocas personas de su tiempo. Como maestro de capilla en el 'Pio Ospedale della Pietà', tuvo a su cargo, durante prácticamente la totalidad de su vida, una orquesta de jóvenes muchachas (figlie di coro) que despertó la admiración de cuantos visitaron la mágica y cosmopolita Venecia del XVIII, cuidad en la que la vida musical era tanta, que un talento excepcional como el del Prete Rosso (Cura pelirrojo) hubo de batirse con firmeza para que su producción tuviese el eco que realmente merecía.

Hoy pueden atribuirse a Vivaldi cerca de setecientas cincuenta obras, no solo conciertos, sino toda clase de géneros musicales, tanto vocales como instrumentales.

Dedicada al conde Wenceslao de Morzin, la primera audición de 'Las Cuatro Estaciones' tuvo lugar en París el año 1728, ante Luis XV. Como se ha citado, dicha obra, escrita para violín solo y orquesta de cuerda, forma parte de una de las colecciones de conciertos que nos dejó el compositor. La estructura de estos conciertos es la característica del concierto barroco (Allegro - Adagio - Allegro) permite comprobar el magisterio de Vivaldi en la combinación de los pasajes melódicos del solo con la estructura orquestal acompañante. Muchos de estos conciertos fueron interpretados en la parte del solista por el propio Vivaldi o por las componentes del Ospedale della Pietà, en cuya orquesta se establecía un escalafón de categorías que iba desde la "maestra di coro" a las pupilas o educandas.

En “Las Cuatro Estaciones”, Vivaldi da sobradas muestras de su maestría descriptiva, aplicando a cada uno de sus conciertos un soneto (Sonetto dimostrativo) que describe puntualmente todo lo que en la música acontece. Estamos pues ante un claro ejemplo de música programática. Este soneto actúa como "programa" y la música, en todas sus partes, va describiendo los diferentes afectos, situaciones y descripciones que el texto expone.
La mitad de las obras de "Il Cimento dell'Armonia e dell'Invenzione" son también programáticas. Quizá esta característica hizo que tuviesen una especial acogida, especialmente en Francia. La Primavera, de la que se cuenta que en Noviembre de 1730 el propio rey de Francia ordenó una interpretación improvisada, para la que se formó una orquesta en la que participaron incluso, algunos nobles, ha sido objeto de numerosos arreglos, de los cuales destaca M. Talbot, el "Laudatte Dominum de Coelis" de Michael Corrette (1765) y una versión para flauta sin acompañamiento de Jean Jacques Rousseau (1765).

En 'Las Cuatro Estaciones' aparecen muchas de las innovaciones musicales debidas a Vivaldi. Una de las más espectaculares fue la supresión del bajo, encargándole este cometido a las cuerdas superiores, como violas o violines segundos. Son también notables los pares de acompañamiento al unísono, o las indicaciones a pie de pentagrama, como el pasaje del pastor dormido al lado de su perro, en la Primavera, en el que indica a las violas que deben tocar "sempre forte y strapatto", para imitar al ladrido persistente y molesto del perro.
Como cada uno de los cuatro conciertos, 'La Primavera' en mi mayor, RV 269 tiene tres movimientos, el primero y el último de ritmo rápido y alegre, mientras que el segundo es más lírico y reposado.

I. Allegro: Con un sonriente tema de tres compases, la orquesta anuncia la llegada de la Primavera. Eco de este tema, es la aparición del solista acompañado por un par de violines que imitan el canto de los pájaros. Después en ondulantes figuras de dobles corcheas, se tiene la descripción del agua que brota libremente de una fuente. Súbita aparición del solista sugiriendo una tormenta, nuevas exposiciones del tema conexo hasta que se llega al fin del movimiento.

II. Largo: En la pradera, a la sombra de un frondoso arbol, un pastor duerme la siesta. Cerca de él su perro ladra. En este tiempo la base rítmica está a cargo de los violines. El ladrido del perro es sugerido por las violas con dos notas repetidas -do, do... sol, sol-.

III. Allegro: En el campo y bajo el cielo azul, pastores y ninfas danzan gozosos por la llegada de la primavera. Musicalmente la escena se desarrolla sobre un compás de 12/8 con figuras rítmicas iguales para todas las cuerdas, a excepción de las prolongadas notas largas de las cuerdas graves.

Sin más, os dejo con esta preciosa composición: 

"El descendimiento de la cruz", de van der Weyden

Antes de empezar, les pido disculpas. El pasado lunes se anunció que esta semana, en esta sección de Historia del Arte, íbamos a realizar un segundo reportaje sobre el Stmo. Cristo del Crucero de Benacazón, sobre el que ya hablamos la semana pasada. Sin embargo, por falta de tiempo y de material, he decidido a última hora cambiar el reportaje. Por ello, les vuelvo a pedir disculpas. En cuanto me sea posible, retomaré el tema sobre la interesante escultura gótica benacazonera.
Así que, hoy nos vamos a la pintura. Aprovechando que en clase de Historia del Arte hemos dado hace poco la pintura gótica, vamos a analizar profudamente una de las mejores obras de la pintura flamenca medieval: El descendimiento de la cruz, de van der Weyden. En mi opinión, y ya lo adelanto, es un cuadro absolutamente brutal, impresionante, indescriptible... es MAGNÍFICO.

El descendimiento de la cruz , es considerada la obra maestra del pintor flamenco Roger van der Weyden. Es un óleo sobre tabla, pintado con anterioridad al año 1443, probablemente hacia 1436. Mide 220 cm de alto y 262 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo del Prado de Madrid. Es conocido, generalmente, como El Descendimiento.

Es la tabla central de un tríptico, cuyas alas laterales han desaparecido. Se trata de una pintura al óleo sobre madera. Tiene forma rectangular, con un saliente en el centro de la parte superior, en el que se encuentra la cruz y un joven encaramado en la escalera, que ha ayudado a bajar el cadáver.
Van der Weyden se enfrenta con el problema de encajar un gran número de personajes y una escena de gran complejidad en una tabla de dimensiones no muy grandes estipulada por el comitente. El cuadro mide unos 2,6 metros de ancho por 2,2 de alto.
El tema es religioso, típico de la pintura gótica: Cristo bajado de la cruz. Los Evangelios hablan de ello: José de Arimatea pidió a Poncio Pilato que le dejara llevarse el cuerpo de Jesucristo para enterrarlo. A pesar de que el Nuevo Testamento no lo describe con detalle, la pintura, y el arte en general lo ha representado una y otra vez.
Se pueden encontrar representaciones tempranas del tema en la pintura sobre madera medieval. Las clavos ya se han quitado y el cuerpo de Cristo es bajado de la cruz, recibido por los brazos de José de Arimatea. Dio lugar a composiciones de solo tres figuras: Cristo, José de Arimatea y Nicodemo. Posteriormente se añadieron personajes «auxiliares» entre ellas, laVirgen María y el apóstol Juan.
Roger van der Weyden encaja a las figuras en un espacio apaisado, en forma de urna. El fondo es liso, de oro, elemento típicamente gótico; de este modo, las figuras parecen esculturas policromadas. Tradicionalmente, los retablos escultóricos eran más costosos y cotizados que los pintados; se puede decir que el artista recreó con trucos ópticos un grupo escultórico que hubiese resultado mucho más caro. El fondo de oro tiene además un sentido simbólico, como ya se le daba en Egipto: simboliza la eternidad y es propio de lo divino.
En el primer término, abajo, hay un pequeño fragmento de paisaje, con pequeñas plantas, un hueso alargado y una calavera junto a la mano de María desmayada. Presentar un pequeño matorral vivo junto a la calavera podría aludir a la vida después de la muerte, tal como sostienen las creencias cristianas. La ausencia de paisaje en el resto del cuadro centra toda la atención en las figuras, que se alojan en un espacio reducido. Tal como se describe en los Evangelios, José de Arimatea envuelve el cuerpo de Cristo en un paño blanco del lino, impregnado de sustancias aromáticas. Aparece un anciano de barba blanca identificado como Nicodemo. José de Arimatea y Nicodemo sostienen el cuerpo exánime de Cristo con la expresión de consternación a que obliga el fenómeno de la muerte.
Hay dos parejas de figuras que se representan paralelamente: María Magdalena y Juan en los extremos englobando el grupo en una especie de paréntesis, y la Virgen María y su hijo Jesucristo en el centro. Al lado derecho, María Magdalena se dobla, consternada por la muerte de Cristo. Es la figura más lograda de todo el cuadro en cuanto a la expresión del dolor. Su movimiento corporal se repite en la joven figura de Juan, vestida de rojo, en el borde izquierdo. Por su parte, la Virgen María es representada sufriendo un desfallecimiento y doblándose. Jesucristo aparece en la misma posición que su madre, lo que significa que los dos sufren el mismo dolor, ilustrando así en la Compassio Mariae, esto es, en el paralelismo entre las vidas de Cristo y la Virgen.
Las figuras recrean un grupo escultórico y resaltan sobre el fondo liso. Ayudando al efecto de profundidad, el artista incluye en trampantojo sendas tracerías góticas en los dos ángulos principales; estos ornamentos eran comunes en retablos escultóricos y en nichos funerarios. Su composición axial vertical y horizontal, rigurosamente estructurada y equilibrada, se inscribe en un óvalo. Las posiciones del brazo de Jesucristo y de la Virgen expresan las direcciones básicas de la tabla. Puede trazarse una diagonal de la cabeza del joven que ha liberado a Cristo hasta la Virgen y el pie derecho de San Juan. Los rostros están alineados horizontalmente, alineación que viene suavizada por la línea ondulada de las expresiones corporales de los personajes.
Van der Weyden ha representado a María Magdalena con un cinturón que simboliza la virginidad y la pureza. Este cinturón se encuentra alineado con los pies de Cristo y la cabeza de la Virgen, y en él aparece una inscripción que hace referencia a ambos: IHESVS MARIA. La vestimenta de los personajes sirve como símbolo de su clase social. Ninguna de ellas permitía representar las calidades de los objetos y de las telas como la pintura al óleo. De esa manera, Van der Weyden en esta pintura se explaya, en la concreción de las calidades y dependiendo de la clase social del personaje selecciona visón, seda, brocados, raso de azul, lapislázuli para la Virgen...
Otra muestra del preciosismo de la pintura flamenca, gracias a los avances de la técnica del óleo, se muestra en las calidades de los objetos. Hasta este momento la técnicas utilizadas en la pintura eran el temple y el fesco o pintura mural.
Los ropajes y el claroscuro proporcionan los efectos lumínicos. Los colores fríos caracterizan a los personajes más patéticos: las mujeres y el joven subido a la escalera; los demás personajes visten colores cálidos.
Es un cuadro cargado de simbolismo religioso. El pintor desplegó en esta escena toda una gama de exquisitos matices y de doloridas expresiones, con una profunda emoción religiosa, provocando la emoción del espectador ante las expresiones de los personajes.

Escena 3 La bella y el ángel


ESCENA 3
(Se escuchan dos personas detrás de escena y aparece Ana riéndose y se coloca detrás del sofá)
- ANA: ¿Dónde estás? Anda ven para acá…
- ENRIQUE: (Desde detrás de escena) Ya voy Anita.
(Entra Enrique a escena y se va hacia Ana)
- ENRIQUE: Hola guapísima.
- ANA: Hola, ¿Te han dicho que hoy estás especialmente atractivo?
- ENRIQUE: Me lo acaba de decir un ángel… ¿Dónde estará?
- ANA: No seas tonto Enrique…
- ENRIQUE: No soy tonto… simplemente estoy enamorado de ti.
- ANA: Enrique…
(Sus labios se comienzan a unir, pero Ana en el último momento retira los suyos de Enrique)
- ANA: No puedo… no puedo hacerlo Enrique.
- ENRIQUE: ¿Por qué? ¿Soy yo?
- ANA: No Enrique. Yo te quiero y me gustas muchísimo, pero…
- ENRIQUE: ¿Pero qué?
- ANA: (Hace una pausa reflexiva) Enrique, me siento muy mal por lo que estoy haciendo ahora mismo. Lola es mi amiga y no le puedo hacer esto…
- ENRIQUE: Ana, yo ya no quiero a Lola, únicamente quiero estar contigo y con nadie más.
- ANA: (Subiendo el tono) ¿Entonces que soy? ¿Tu segundo plato?
- ENRIQUE: No es eso… El amor no se elige Ana, sino que viene hacia ti, y mi amor por Lola se fue hace mucho tiempo, creo que hasta antes de casarnos.
- ANA: ¿Entonces por qué seguís juntos? ¿Me lo quieres explicar?
- ENRIQUE: Vamos a ver… Ella es una buena mujer, y me dolería mucho hacerle daño, por eso todavía no le he dicho nada acerca de lo nuestro, entiéndelo. Pero no te preocupes más por esto, ya que lo que yo siento por ti es verdadero… y único.
- ANA: No me vengas con milongas… O ella o yo.
- ENRIQUE: Entonces no me queda otra… Tendré que dejar a Lola. Te acabo de decir que lo único que quiero ahora mismo es estar a tu lado, y no te miento cariño.
- ANA: Ya lo sé Enrique… pero tienes que entenderlo, esto es muy difícil para mí. Lola es una mujer perfecta, es guapa, simpática y muy buena persona, ¿Por qué no la amas?
- ENRIQUE: No es lo que yo busco. Yo quiero una persona que no sea una aburrida que nada más quiere estar en casa y que todos los días me pregunta “¿Cómo te ha ido cariño?” ¿Acaso le importa eso? Dios… pero no me quiero enfadar ahora… te lo acabo de decir ya dos veces, ahora mismo nada más te quiero a ti y solamente a ti.
- ANA: Enrique…

(Se van al sofá y cuando se están tendiendo suena la puerta)
- LOLA: ¿Enrique puedes abrirme la puerta? Es que se me han olvidado las llaves en casa… menuda cabeza la mía.
(Los dos se ponen nerviosos y se levantan muy deprisa del sofá mientras Lola habla)
- ENRIQUE: (Hablando flojito) Escóndete en la cocina.
- ANA: ¿Por qué me tengo que esconder? ¿No se lo ibas a decir?
- ENRIQUE: ¡Te he dicho que te escondas coño! Después hablaremos…
(Ana se esconde en un rincón del escenario y vigila de reojo todo lo que ocurre en el salón, Enrique abre a Lola)
- LOLA: Hola cariño, ¿Qué tal el día? Vengo cansadísima… Tenía la cita del médico a las seis y hasta las ocho no me ha tocado… yo te digo a ti que esto es grande…
(Mientras Lola habla, Enrique se queda callado y la mira de muy mala forma, cuando termina de hablar sigue mirándola mal y en silencio)
- LOLA: Enrique ¿Te pasa algo conmigo? Es que últimamente estás muy raro y quiero saber si te pasa algo conmigo o es el trabajo o lo que sea vamos… Por favor sentémonos y hablemos un ratito que hace mucho que no lo hacemos.
- ENRIQUE: No quiero sentarme…
- LOLA: Enrique, por favor dime lo que te pasa. Estoy sufriendo muchísimo viéndote tan mal…
- ENRIQUE: No seas tan pesada ¿Quieres?
- LOLA: Lo único que quiero es estar a gusto contigo… pero tú no lo pones nada fácil.
- ENRIQUE: ¿Qué quieres decir? Mira mujer me harto de trabajar día y noche para que tú te puedas comprar tus caprichitos y tus cositas y ahora me vas con esas… Eso está pero que muy bien…
- LOLA: Enrique no te he dicho nada acerca de tu trabajo, sé que trabajas hasta por los ojos para que podamos vivir bien, y nunca te he echado en cara nada acerca de tu trabajo así que dejémonos de lobos caperucita…
- ENRIQUE: ¿Qué has dicho? Repítemelo… ¡Repítemelo si tienes cojones! (Pega un porrazo en la mesa)
- LOLA: (Se empieza a asustar) Bueno, dejemos la conversación para después…
- ENRIQUE: ¿Para después? No perdona… esto acaba de empezar simpática, que estás hoy que no se te puede hablar…
- LOLA: Habló…
- ENRIQUE: ¿Cómo? No me contestes, no me contestes…
- LOLA: El que no me tiene que contestar así eres tú…
- ENRIQUE: No me calientes Lola, no me calientes… Vamos a ver, ¿Dónde estabas? ¿Se puede saber qué horas son estas de llegar a casa?
- LOLA: No me acordaba que tenía horario…
- ENRIQUE: Contéstame, por favor.
- LOLA: Pues mira, te dije ayer que tenía una cita... (Hace una pausa) con el médico, pero me ha tardado más de la cuenta y he llegado bastante tarde, además he tenido que pasarme por el súper para comprar la cena y una cuantas cosas… ¿Te parece bien la contestación?
- ENRIQUE: No. Eres mi esposa y como tal tú tienes que decirme dónde estás en todo momento… las cosas no son así Lola.
- LOLA: (Lo abraza) Cariño de verdad que lo siento, perdona también por contestarte. Sé que todo esto lo haces porque te preocupas por mí, y de verdad que te lo agradezco, pero tienes que pensar que al igual que yo confío en ti, tú tienes que confiar igualmente en mí. ¿A qué sí?
- ENRIQUE: ¿Quién te crees que soy Lola? No soy tonto, y no me creo que hayas estado hasta las tantas en el médico. Eres frívola y mala, no me esperaba que fueses a cambiar tanto desde que nos casamos.
- LOLA: (No aguanta más y comienza a gritar) ¿Cambiar? Aquí el único que ha cambiado eres tú y solo tú. No haces más que gritarme y tratarme como un sucio trapo lleno de mierda, ¿Acaso eso es lo que soy para ti? Y ahora con que soy frívola y mala. No puedo soportarlo más Enrique… ¡No eres nadie para tratarme así!
- ENRIQUE: ¡Soy tu marido!
(Alza la mano, le da una torta y Lola cae al suelo. Ella se encuentra aturdida e impresionada por lo que acaba de ocurrir)
- ENRIQUE: (Se queda en estado de shock y se agacha) Lola, lo siento… yo no quería… de verdad.
- LOLA: (Aún aturdida) No hay nada que sentir… déjame sola…
- ENRIQUE: No. Lola yo te amo y te quiero con locura. Entiéndeme por favor, esto ha sido solo un desliz. El trabajo cada vez está más duro y me encuentro con mucho estrés últimamente y también sé que no tenía que haberte pegado y desquitarme contigo. De verdad que lo siento…
- LOLA: Dicen que los verdaderos hombres nunca pegan a una mujer y tú me acabas de pegar Enrique. Te podría denunciar por esto y lo sabes… pero también sabes que te quiero demasiado para hacer algo como eso, ya que nunca sería capaz de hacerte daño…
- ENRIQUE: (Coge las manos a Lola) Lola sé que lo que he hecho no tiene perdón, pero por favor perdóname… Te juro que nunca más te pondré una mano encima, te lo juro por lo que tú más quieras en este mundo. Por favor Lola, perdóname.
- LOLA: Te perdono Enrique… pero ahora mismo necesito estar sola, después si quieres hablamos de esto.
- ENRIQUE: Vale.
(Lola se va de escena y entra Ana impresionada por lo que acaba de ver)
- ANA: ¿Por qué has pegado a Lola, Enrique?
- ENRIQUE: ¿De verdad te importa? Solo ha sido un desliz, solo eso.
- ANA: A mí no me camelas con eso. ¿De verdad te crees con la potestad de agredir a una persona así por las buenas y que ella te perdone sin más?
- ENRIQUE: Ana, por favor créeme, estos días lo he pasado muy mal en trabajo y me he tenido que desquitar con ella. Sé que lo que he hecho está muy mal, y estoy muy arrepentido de ello así que por favor perdóname.
- ANA: No soy quien te tiene que perdonar, es Lola, así que por favor soluciónalo todo lo más rápido posible.
- ENRIQUE: No te preocupe cariño, ya mismo solo seremos tú y yo.
- ANA: Te puedo preguntar algo Enrique.
- ENRIQUE: Dime.
- ANA: ¿Serías capaz de hacerme daño mientras estamos juntos?
- ENRIQUE: Ana, te juro que nunca te haré daño. Ahora mismo eres lo que más quiero y te lo voy a demostrar. Vayámonos a tu piso ¿vale?
- ANA: Confío en ti…
(Enrique y Ana se van de escena y Lola vuelve al salón apenada y se tiende en el sofá)
- LOLA: Siempre había dicho que mi marido era único… perfecto… pero tras esto no sé qué pensar. ¿Verdaderamente conozco a mi marido? Nunca creí que me haría esta pregunta, pero ahora es la única que me hago. Tengo miedo, tengo mucho miedo… me tiemblan las manos y no sé qué pensar ni que hacer. ¿Por qué Dios mío? Tenía una vida perfecta y un esposo ideal… y ahora no tengo nada. Espero que esté exagerando y al final solo sea un desliz como me ha dicho, pero ¿Y si no es así?... ¿Qué haré? (Realiza una pausa) ¿Verdaderamente me ama mi marido?
(Tras esto las luces vuelven a titubear y se van durante unos segundos)
- LOLA: ¿Otra vez la luz? Mañana mandaré al técnico para que la arregle…
(Se escucha un aleteo de alas y Lola, extrañada por lo que está ocurriendo mira hacia atrás y ve a un ser caminando fuera de escena)
- LOLA: ¿Pero qué…? ¿Qué era eso? Dios estoy agotada… creo que me voy a acostar porque estoy empezando a delirar… Espero que mañana sea un día mejor.
(Lola se va del salón y termina la escena)

Misterios de la historia- El arca de la alianza III

Gracias a Arquehistoria por la información.

La revelación del milenio

El Arca de la Alianza, según la Biblia, es la caja que guardaba las Tablas de la Ley de Moisés con los Diez Mandamientos, y constituye, sin la menor duda, el objeto sagrado más codiciado de cuantos han sido buscados por el hombre en distintos lugares de la tierra, desde África a Oriente Medio.

Rodeada de misterios, todavía hoy es uno de los tesoros más míticos del Antiguo Testamento. Durante siglos, el Arca ha encendido la imaginación de fanáticos, místicos, aventureros, arqueólogos y escritores. Su búsqueda por la historia ha sido incesante, los propios masones o los templarios estuvieron cerca de encontrarla , pero hasta ahora pocos son los elegidos que han podido verla.

Parece ser, que el Arca se encuentra en Etiopía y que la humanidad está a punto de asistir a su Revelación: EL Patriarca copto ortodoxo de Etiopía, Abuna Paulos, acaba de pronunciarse al respecto de la reliquia y ha asegurado en una rueda de prensa, en el Hotel Aldrovandi en Roma, que ”ha visto” el Arca de la Alianza y que su estado de conservación es “bueno”. Paulos cre que ha llegado el momento de la verdad, afirma que no puede decir donde se encuentra el Arca, pero sí asegurar que la ha visto y que es como está descrita en la Biblia.

Según la tradición copta ortodoxa etíope, el Arca de la Alianza, se encuentra custodiada en la catedral de Tsion Maryam, en el reino de Axum, en Etiopía, después de que fuera robada de Jerusalén por el hijo del rey Salomón-el vástago Emperador Menelik I-,y llevada a Axum, considerada como la Jerusalén de Etiopía. En Axum ha sido custodiada durante siglos y hasta hoy, por monjes ortodoxos de la ciudad…

Paulos subrayó que ha invitado al papa Benedicto XVI a visitar Etiopía y la ciudad santa de Axum donde se va a construir un importante museo, aunque todavía está por decidir si será el lugar para guardar la verdadera Arca de la Alianza. ¿Será el Papa el siguiente en ver el Arca, antes de que el mundo asista a su revelación?

Y una última cuestión; Si verdaderamente la reliquia ha estado todo este tiempo en Etiopía, ¿cómo el mundo no se ha percatado antes de ello? La respuesta habrá que buscarla una vez más en la leyenda.

Cómo llega el Arca desde Israel a Etiopía

Hace 3000 años el Arca fue traída a Jerusalén y adorada como el más sagrado de los objetos sagrados, para las gentes de entonces, el Arca significaba la personificación de la presencia de Dios en la Tierra. Sin embargo, en algún momento de ese remoto pasado, el Arca desapareció, esto dió origen a una búsqueda que ha inspirado a creyentes y cazadores de fortunas durante milenios.

La Biblia narra que en tiempos de Salomón y Saba, nació Menelik I,su hijo vástago y primer rey de Etiopía. Años más tarde Menelik fue enviado a casa de su padre en Jerusalén para recibir educación, a pesar de los esfuerzos de Salomón para que se quedara, Menelik regresó a Etiopía con el primer hijo del sumo sacerdote. La tradición cuenta que se llevaron consigo el Arca y la colocaron en un templo en la isla de Elefantina cerca del río Nilo, donde permaneció por 800 años. ¿Qué sucedió luego de esos 800 años? Etiopía fue convertida al Cristianismo y el rey cristiano llegó con sus ejércitos, llevó el Arca a Axum y la colocó en la Iglesia de Santa María de Sion donde esta desde entonces.

Curiosamente, el Arca es el punto central del culto y la adoración cristiana en Etiopía, cada una de las 20.000 iglesias de Etiopía contiene un réplica del Arca de la Alianza.

El misterio del Arca de la Alianza será revelado

Ha comenzado, pues, la cuenta atrás para que finalmente sea revelado el misterio de la sagrada Arca de la Alianza. En más de 200 referencias el Antiguo Testamento se describe con detalle los sorprendentes poderes legendarios del Arca, capaz, entre otros, de liberar ráfagas de luz divina y cuyos rayos pueden incinerar a cualquiera.

Según la tradición judía, en ella se encuentran las tablas de la Ley, es decir, los Diez Mandamientos y entre sus materiales podemos encontrar la madera de acacia. Construida por Moisés, por fuera está decorada de oro y estuvo en posesión del pueblo judío hace mucho tiempo: les acompañó en sus vicisitudes, en sus batallas y sus luchas contra los filisteos y se mantuvo en diversos lugares hasta que el Rey David pensó colocarla en la fortaleza en Jerusalén.

Pero fue Salomón, hijo y sucesor de David, el que puso finalmente el Arca en el Templo de Jerusalén, que él mismo había construido. Esta historia se entrelaza con otros acontecimientos históricos y religiosos. De hecho, el Arca desapareció en el 586 aC, con la conquista de Jerusalén por parte de los babilonios y la consiguiente destrucción del Templo de Jerusalén.

Durante el reinado de Salomón, Jerusalén pasó a ser el centro de la vida política y religiosa en la tierra santa. En pleno corazón de Jerusalén se erigía el templo construído por Salomón para alvergar el Arca de la Alianza, el Arca permaneció en el templo hasta algo después del año 900 a.C. cuando, misteriosamente, desapareció. Desde entonces no se hizo gran mención de ella en la Biblia. Inexplicablemente el Arca desapareció y durante más de 2000 años de búsqueda y exploración se han tejido decenas de leyendas y teorías en torno al Arca Perdida.

La búsqueda del Arca por los templarios

Hace casi 1000 años, las cruzadas cristianas recuperaron el control de Jerusalén de manos de los musulmanes que habían gobernado la ciudad desde el séptimo siglo. En el 1119 de nuestra era, un grupo conformado por nueve nobles franceses, que se hacían llamar los los caballeros pobres de Cristo y del templo de Salomón, llegaron a Jerusalén. Se establecieron en la cima del monte, donde una vez estuvo el templo de Salomón. Los caballeros sostenían que su misión en tierra santa era mantener libres de bandidos el camino a Jerusalén. Sin embargo, nunca salieron de la montaña-templo y, en cambio, comenzaron a cavar. Trabajando desde afuera de la mezquita comenzaron a excavar la caverna natural que yacía debajo de la piedra sagrada. La caverna, según la tradición islámica, se conocía como el “pozo de las almas”, un pasaje que llevaba a las entrañas de la tierra y que conducía a un tesoro custodiado por demonios; en realidad lo que los caballeros buscaban era el Arca de la Alianza. Pero nunca la encontraron. En épocas más recientes, los arquéologos israelíes descubrieron la salida al tunel que cavaron los caballeros de la montaña-templo. El túnel se extiende por debajo de la montaña, pero debido a restricciones impuestas por el gobierno musulmán, nunca ha sido explorado.
Viaje al Sur

En 1989 un periodista británico hizo una declaración que sacudió al mundo. La legendaria Arca Perdida no se encontraba perdida en realidad sino a salvo, escondida en una iglesia de Etiopía a donde había sido trasladada secretamente hace más de 1000 años.

Ahora volvemos a tener noticias de la existencia del Arca en Etiopía.

De confirmarse la autenticidad de la reliquia podríamos esperarnos cualquier tipo de respuesta por parte de las distintas comunidades religiosas que han tenido relación con el Arca sagrada en el pasado. Tal vez, habría que valorar los pros y contras de contar la verdad, puede que sea preferible que permanezca el misterio en torno al Arca de la Alianza y sus enigmas sigan sin ser desvelados.

El jugador


EL JUGADOR

Autor: Fiodor Mijailovich Dostoyevski

Género: Novela

Editorial: Existen varias, yo so recomiendo Anaya o Austral, ambas tienen buenas ediciones.

Argumento: El jugador es una pieza básica en el edificio de la obra de Dostoyevski, conteniendo absolutamente todas las características de sus novelas más famosas, esto es, morbosidad, dramatismo, tensión casi intolerable, agresividad y revelación punzante y sutil de estados anímicos vividos y superados por el genial escritor. Dos pasiones principales campean en este libro: la del juego, que envenenó al propio autor, hasta pocos años antes de morir, y la de un amor hecho de humillaciones, equívocos, odios y abnegación quijotesca. Obra de plena madurez por la reciedumbre de la trama y el trazado de sus personajes atormentados y complejos. El jugador absorbe al lector desde sus primeras líneas.

El Realismo es una corriente estética que supuso una brecha con el Romanticismo, en donde se refleja la relidad tal y como es, reflejando cada detalle y basándose sola y exclusivamente en la objetividad visual. Existen mucho autores realistas, como es el caso de Balzac o Benito Pérez Galdós, pero hoy os voy a hablar de Dostoyevski, creador de grandes novelas como Crimen y castigo o los Hermanos Karamazov. A lo largo de su vida Dostoyevski pasó muchos acontecimientos diferentes, pero sobre todo por muchas muertes de seres cercanos suyos, lo que le lleva en parte a jugar en casinos, a perder dinero y a endeudarse, y tales fueron sus deudas que llegado el momento, sus editores le obligaron a escribir una obra en menos de un año, ya que estos editores fueron quienes, en parte, les habían prestado el dinero para solventar sus deudas. En 26 días, Dostoyevski se presentó con el Jugador, una obra en donde habla del problema con el juego y los amores, que a mi como lector y escritor, si me puedo colgar ese título, me ha encantado.

El Jugador simplemente engancha, no hay más, es una novela impulsiva, diferente, entretenida, trepidante... me quedo sin palabras alabándola. El ritmo de lectura va in crescendo a medida que el lector va avanzando en la obra y va comprendiendo el misterio que se traen entre manos la curiosa panda de personajes que Dostoyevski nos presenta (Mi preferida es la Babulinka)

Así que nada más, sin lugar a dudas os pido que os leáis este libro, porque váis a disfrutar de lo lindo con él y además, descubréis una historia realista, fascinante y que engancha tanto como jugar en el vauxhall con la babushka.

Hasta la próxima.


Series de televisión- Sherlock

Buenas a todos!

Aquí, hoy os traigo una nueva mini-sección en donde vamos a analizar algunas series televisivas que creo que os va a gustar bastante.

Aquellos que nos leéis sabréis que soy un fan incondicional de Sherlock Holmes y del gran Sir Arthur Conan Doyle, pero también he valorado negativamente en parte las adaptaciones cinematográficas más recientes de este curioso personaje... hasta ahora.

La BBC, tras ver el éxito económico que supuso la vuelta a la gran pantalla de Sherlock Holmes, decidió subirse al carro y realizar un proyecto bastante costoso y singular: Traer a Sherlock al hoy. Nunca antes se había hecho y las adaptaciones de Sherlock Holmes a un tiempo que no fuese el suyo nunca había cuajado en el público (Sherlock Holmes sen el siglo XXII), pero este proyecto era diferente... distinto a lo demás y que prometía un éxito seguro.

Conocía esta serie gracias a que un tío mío empezó a evrla y me la recomendó encarecidamente, ya que me conoce y sabe que el mundo del misterio me apasiona, pero por algún motivo, que no consigo recordar, no la vi. Pasó el tiempo y Antena 3 estrenaba el primer capítulo en un horario horrible (Al lado de Cuéntame, es decir, un suicidio) Yo, la verdad, es que me picaba la curiosidad de verla y al final me propuse ver el primer capítulo... Conclusión: IM-PRESIONANTE.

El gran elenco de actores, entre los que encontramos a personajes tan grandes como Martin Freeman o Benedith Cumberbatch, más la banda sonora (Mataría por tenerla en mis manos), además de un guión solemne y a la vez ligero y fácil de comprender, hace que sin duda alguna sea una de las mejores adaptaciones de Sherlock Holmes en mucho tiempo. Y si a todo esto incluímos que Sherlock tiene un móvil tactil y utiliza la tecnología punta a la hora de resolver crímenes, encontramos.... una maravilla.

Por tanto, espero que la sigáis porque vale la pena disfrutar en la televisión de tal calidad a tan poco precio.

VALORACIÓN: 9/10

P.D: Os dejo con el opening:

lunes, 23 de enero de 2012

Avance del Viernes

Buenas noches a todos!

Aquí os dejo las nuevas entradas:

JULIO
  • Historia del Arte: Santísimo Cristo de Crucero II
  • Fotografía: Benacazón magnífico I
  • Música: Primavera de Vivaldi
  • Julio: Fabula Regis Escena 6

JOSÉ IGNACIO

  • Historia: Misterios de la Historia: Arca de la Alianza
  • Literatura: El jugador de Dostoyevski
  • Cine: Series televisivas: Sherlock
  • José Ignacio: Escena 3 La bella y el ángel.


sábado, 21 de enero de 2012

Fabula Regis: Escena 5

(Se abre el telón y se ve a Pepe solo en el salón, andando en silencio de un lado para otro. El cuerpo de Trevor ya ha sido trasladado al comedor) 

PEPE: Vaya tela. Esto no hay quien lo entienda. Mi suegro, muerto; y si eso no fuera suficiente, ahora llega la policía esa y dice que ha sido un asesinato. Todo esto va a impedir que me pueda casar con Julie.

(Entra Adele)

ADELE: Hola, Pepe.
PEPE: Hola, Adele. ¿Qué haces aquí?
ADELE: Mi madre y mis hermanos están en el comedor junto a mi padre.
PEPE: ¿No deberías estar tú también allí?
ADELE: ¿Para qué? Por mucho que le llore, no va a resucitar.
PEPE: No se trata de eso, Adele. Se trata de acompañar a tu madre, que lo está pasando muy mal.
ADELE: (Ríe irónicamente) ¿Mi madre? Cómo se nota que no la conoces, querido.
PEPE: Vale, Adele; como tú digas. Ahora, si no te importa, déjame solo.
ADELE: ¿Tan mala me ves, Pepe? ¿Tan mala te parezco que quieres que me aparte de ti?
PEPE: No, Adele. Sólo quiero estar con Julie; la necesito, y ella me necesita a mí.
ADELE: Los sueños son bonitos, Pepe, pero no se puede vivir de ellos.
PEPE: Adele, que tengas buenos días.
ADELE: ¿Dónde vas?
PEPE: (Saliendo de escena) A buscar a la inspectora Adler.
ADELE: ¡Soy una idiota! Sólo yo podría enamorarme de un imbécil como él. ¡Sí, lo amo con todas mis fuerzas! Y me pesa... porque él no me quiere.

(Sale Adele. A continuación entran Charles y Julie. El inglés sigue sin chaqueta y va con las manos en los bolsillos. Julie va con los brazos cruzados)

CHARLES: Aún no me hago a la idea de que padre esté muerto.
JULIE: Ni yo. Todavía me parece que en cualquier momento lo voy a ver aparecer por algún sitio.
CHARLES: Y madre... está destrozada. Aunque ha tenido que morirse padre para que yo la viera darle alguna muestra de cariño.
JULIE: ¿Por qué nos está pasando esto a nosotros, hermano?
CHARLES: Quizás nos lo merecemos.
JULIE: ¿Por qué?
CHARLES: Julie, Trevor nunca fue una buena persona, aunque fuera nuestro padre. Era una persona cruel y ambiciosa.
JULIE: No reconozco a padre en tus palabras.
CHARLES: Eso es porque nunca estuviste con él en la fábrica. Nunca viste cómo trataba a los obreros. Y hay muchas más cosas que aún no sabes...
JULIE: Y que prefiero no saberlas, Charles. Cuando alguien se muere, todo lo malo que haya hecho ha de quedar en el olvido.
CHARLES: No, hermana. Hay una mala costumbre de hablar bien de una persona cuando se muere. En la mayoría de los casos está justificado... pero no en el de Trevor.
JULIE: ¿Por qué lo llamas así? Es nuestro padre.
CHARLES: ¡ERA nuestro padre! Qué estoy diciendo... ¡Era TU padre! Yo dejé de tener padre desde aquella noche en la que me desheredó.
JULIE: Espero que no me odies por eso, Charles. Tú sabes muy bien que a mí me da igual ser o no la primogénita.
CHARLES: No tienes por qué preocuparte, Julie. Jamás te odiaría, y menos por un hecho del que no tienes culpa.
JULIE: Tienes mucha suerte, ¿Sabes? Tú, al fin y al cabo, podrás casarte con Yareni. Podrás casarte con la mujer que amas, pero yo... estoy destinada a casarme con ese completo desconocido.
CHARLES: ¿Sabes por qué voy a poder unirme a Yareni? Porque supe plantarle cara a nuestros padres, y tú podrías hacer lo mismo. No tienes por qué casarte con Pepe si no quieres, hermana. Es tu vida, y solo tú debes tomar las decisiones.
JULIE: Tu estancia en el Yucatán te ha dado unas ideas demasiado liberales. Sabes que madre no lo va a permitir. Soy una mujer; una mujer Bellingham, y tengo que obedecer lo que me digan.
CHARLES: Julie, si no te rebelas, estarás condenada a estar con Pepe el resto de tus días.
JULIE: No me digas eso, hermano. No seas tan cruel conmigo.
CHARLES: No soy cruel, Julie. Soy realista.
JULIE: ¿Sabes una cosa, Charles? Que en el fondo me da igual que padre haya muerto. Yo lo único que quiero es poder casarme con quien yo quiera.
CHARLES: Y podrás casate con quien quieras, hermana. Pero sólo si decides hacerme caso y rebelarte contra madre y esas antiguas y estúpidas reglas aritócratas.
JULIE: Te prometo que me lo pensaré, Charles. ¿Me acompañas a ver a padre por última vez? No creo que vuelva a entrar más en ese comedor.
CHARLES: Claro.

(Julie se agarra del brazo de Charles y salen. A continuación, aparecen Rogelia y Margaret cogidas del brazo. Detrás de las señoras, aparecen las sirvientas: Bernarda y Eusebia, que cuchichean todo el rato) 

ROGELIA: ¿Estás ya más tranquila, "Margarete"?
MARGARET: Sí, Rogelia. Gracias.
ROGELIA: De nada, mujé. Para eso estamos las consuegras.
MAGARET: Yo lo único que quiero es que este calvario pase pronto. Quiero volver a Inglaterra y...
ROGELIA: Cuéntame, hija, que no te da vergüenza.
MARGARET: Mira, Rogelia... yo nunca quise a mi marido. Mis padres me obligaron a casarme con él por conveniencia. Mi familia por aquella época no estaba pasando por el mejor momento económico, y la familia de Trevor era una de las más ricas de Londres. Mi padre vio la salvación en la familia Bellingham. Pero qué te voy a contar a ti, querida, que ya no sepas.
ROGELIA: Bueno, en mi caso fue algo distinto. Yo amaba a mi Eufrasio. Lo quería con toda mi alma, con todo mi corazón... pero también dio la casualidad de que nuestros padres habían apalabrado el matrimonio desde nuestro nacimiento.
MARGARET: ¿Por qué hablas de él como si ya no estuviese?
ROGELIA: Eh... bueno, yo es que no soy muy buena con los verbos...
MARGARET: Se nota que lo quieres mucho, Rogelia.
ROGELIA: Sí... y lo hecho mucho de menos.
MARGARET: Bueno, no te preocupes. Dentro de unos días, cuando vuelva de su viaje, lo tendrás aquí de nuevo, ¿No?
ROGELIA: Sí, claro... (Rogelia se entristece) 

(De pronto, aparece una chica en escena. Va vestida con una ropa que la delata como una empleada de la mansión de los Bellingham) 

MARGARET: No me lo puedo creer...
ROGELIA: ¿Qué pasa?
MARGARET: Esa furcia era la amante de mi marido ¡Cómo tiene la cara dura de presentarse aquí!
ROGELIA: Tranquilízate, "Margarete", por la gloria de mi madre. Yo hablaré con ella.

(Rogelia se acerca a la chica, que permanece a un lado del escenario) 

ROGELIA: Disculpe, señorita... ¿Quién es usted?
ALIS: Mi nombre es Alis Hawkins, y soy la secretaria del Señor Bellingham. En cuanto me he enterado de su muerte, he venido lo más rápido que me ha sido posible. ¿Y usted... es...?
ROGELIA: Soy Rogelia Mendoza, la señora de la casa. Supongo que querrá ver el cuerpo.
ALIS: No. Quiero ver a la Señora Bellingham.
ROGELIA: Venga conmigo.

(Rogelia se vuelve a dirigir hacia donde está Margaret, seguida de Alis) 

ROGELIA: "Margarete", esta señorita quiere... (Margaret la interrumpe) 
MARGARET: Sé lo que quiere. (Dirigiéndose a Alis) ¿Cómo te atreves a venir aquí?
ALIS: Soy la secretaria del Señor Bellingham. No sé por qué se extraña de mi presencia.
MARGARET: Claro que lo sabes...
ALIS: Señora, ya le explicamos mil veces el señor y yo que entre los dos no había nada más que una relación profesional.
MARGARET: Si todavía te queda un poco de dignidad, vete de esta casa.
ALIS: No me iré de aquí sin verlo por última vez.
ROGELIA: Bueno, bueno... señorita...
ALIS: Hawkins.
ROGELIA: Eso, "Jukis". Lo mejor será que se instale en alguna de las habitaciones para invitados que están en el piso de arriba, a la derecha. Luego, cuando comamos, podrán hablar más tranquilas.
MARGARET: Yo no tengo nada que hablar con ésta.
ROGELIA: ¡Ya vale, "Margarete", por Dió! ¡Que está tu marío muerto en el comedor! ¡Tengamos la fiesta en paz!

(Rogelia hace un ademán con la mano a Alis, indicándole el camino de salida del escenario. Alis se va, y Margaret hace lo propio por el lado donde están las sirvientas, que siguen cuchicheando) 

ROGELIA: (Dirigiéndose a las sirvientas) ¡Vaya par de marujas! ¿No tenéis nada que hacer?
BERNARDA: No, señora.
EUSEBIA: ¿Qué ha dicho la señora, chiquilla?
BERNARDA: Que como no te calles, de la guantá que te va a pegá se te va a quitá la sordera.
EUSEBIA: ¡Oy, qué malaje la joía porculo!
BERNARDA: ¡Cállate, alma de Dió, que se va a enterá!
ROGELIA: ¿De qué me tengo que enterar?
BERNARDA: De nada, señora. (Da una pequeña colleja a Eusebia, que se lleva la mano a la cabeza, doliéndose) 

(Se para el tiempo, y Rogelia comienza a hablar) 

ROGELIA: ¡Ay, Dios mío! Verás tú... que al final no se va a celebrar la boda por culpa del inglés. Con tó lo que estoy sufriendo pa que nadie se entere de que... de que mi Eufrasio... está muerto. ¡Ay! Cada vez que me acuerdo cómo se cayó de las escaleras... ¡Qué pena, Dios mío! Y todavía no sé cómo se lo voy a decir a mi Carmen y a mi Pepe. Sólo espero que la boda se haga, y que por lo menos no nos veamos en la miseria.

(Rogelia sale, y se reanuda el tiempo. Entonces, las sirvientas se sitúan en medio del escenario) 

BERNARDA: Lo que faltaba: otra inglesa más. Éramos pocos, y parió la abuela.
EUSEBIA: Verdá, hija. Mi abuela era la que mejores cocos vendía de toa Sevilla.
BERNARDA: Me encantaría saber por dónde me escuchas, miarma. Si por las orejas, o por el...
EUSEBIA: (Interrupiendo a Bernarda) ¿Que mi abuela era fea? ¡Más fea eres tú, sinvergonzona!
BERNARDA: ¡Anda ya! ¡Cállate la boca, que me pones más negra que el rey Baltasar!

(Entra de nuevo en escena Alis, que se dirige hacia donde están las sirvientas) 

ALIS: Disculpen, ¿Me podrían indicar dónde está el comedor? Es que no lo encuentro.
EUSEBIA: ¿El recogedor? ¿Y tú pa qué quieres un recogedor, chiquilla? ¿Tú vas a limpiar la casa ni ná?
ALIS: ¿Disculpe?
BERNARDA: No le haga caso, señorita, es que está un poco sorda. Mire, el comedor está por este pasillo, al final del todo. (Señala hacia el lado del escenario por donde salió Margaret) 
EUSEBIA: Pero chiquilla, cómo vas a dejar que esta muchacha coja el recogedor y se ponga a barrer. Como se entere la señora, veremos a vé.
ALIS: (Con altivez) Tranquilícese... no pienso coger el recogedor ése que dice. Mi estatus social es muy alto como para ponerme a recoger la mierda del suelo. Ese trabajo es sólo para... chusma.
BERNARDA: (Se arremanga el delantal, cabreada) ¿Cómo dice? ¿Chusma? No me toque el alma, no me toque el alma... que bastante tengo ya con andar recibiendo a gente como usted.
ALIS: ¿Cómo? Desde luego... no se equivocaba el señor cuando decía que los andaluces érais un poco... trogloditas.
BERNARDA: (Con ironía) ¡Uy, mira ella qué fisna! Po a mí no me hace falta sé fisna, ¿Te enteras?
EUSEBIA: Bernarda... ¿Tú? ¿Soltera y entera? Sí, claro... po tienes tú poco activo el volcán...
BERNARDA: ¡Díos mío! ¡Azótame, hazme cargar con una cruz o crucifícame! ¡Cualquier cosa menos aguantá a la cucaracha ésta!

(Manoli entra en escena como siempre, pegando saltos, y se sitúa en el centro, junto a las demás) 

BERNARDA: ¡Ya estamos tós!
MANOLI: Yo zé que en verdad me quierez, Bernardita...
BERNARDA: ¡Que no me llames Bernardita!
MANOLI: Vale, Bernardita.

(Se oye un golpe, procedente del comedor) 

BERNARDA: Anda, Eusebia... vamos a vé qué ha pasao.

(Todas salen. Se cierra el telón)  

viernes, 20 de enero de 2012

Atardecer de invierno

 Buenas noches a todos, y bienvenidos a esta nueva sección de este blog. Espero que todos nuestros visitantes y seguidores se sientan agradados por el parón que va a sufrir la sección de Teatro en beneficio de esta nueva sección de Fotografía. En ella, cada semana, publicaré una foto (realizada por mí mismo) que me parezca hermosa o curiosa.
Hoy, para estrenar esta sección, os dejo una foto que realicé el pasado domingo 8 de enero de 2012, a las 17:35 h. desde la azotea de mi casa. Después de más de una hora buscando una buena foto, al fin conseguí encontrar una estampa digna de esta sección.
El momento recoge un atardecer de invierno (de ahí el título) con cierta nubosidad suave. Se aprecia al contraluz una piña de azotea o pirindola, que son unos objetos decorativos que se suelen colocar en los pilares de las azoteas aljarafeñas. También se aprecia al contraluz una antena de televisión, que nos sigue recordando que estamos en el siglo XXI a pesar de la universalidad temporal de la escena.
El efecto del contraluz está conseguido al agacharme de tal manera que la pirindola tapase al sol. Además, la cámara la enfoqué de tal forma que la pirindola fuera el centro de la escena y tuviera una supremacía sobre el resto de objetos. Apliqué un poco de zoom para superar la lejanía de la pirindola, pues pertenece a la azotea de una casa vecina.
Sin más, os dejo disfrutar de esta instantánea con un poco de música.