viernes, 3 de febrero de 2012

"David" de Donatello

Bienvenidos una semana más a la sección de Historia del Arte. Por desgracia, por segunda semana consecutiva, me veo obligado a suspender el segundo reportaje sobre el Stmo. Cristo del Crucero, por la sencilla razón de falta de información. Después de haber buscado por Internet, por muchos libros e, incluso, haberle preguntado a gente experta en la materia, sigo sin saber poco más que es anónimo y que está fechado a finales del siglo XIV y principios del XV. Sé que también os prometí una galería fotográfica, pero me parece absurdo publicarla sin tener información sobre esta valiosísima talla. Por tanto, pasamos a otro tema. 
Hoy, aprovechando que ayer, jueves, tuve un examen de Historia del Arte sobre el Gótico y el Quattrocento renacentista, vamos a hablar sobre uno de los principales escultores de esta época, Donatello. Concretamente vamos a tratar una de sus mejores obras, El David. 

Es una escultura de bronce de 158 cm de altura, obra del escultor italiano Donatello. La obra fue realizada en torno a 1440 (o a 1430 según algunos expertos) por encargo de Cosme de Médici, que quería situarla en los jardines de su palacio de Florencia. Actualmente se encuentra en el Bargello. Es una obra representativa del quattrocento italiano y tiene un aire inequívocamente clásico debido a su desnudez y a su composición claramente praxiteliana. Por eso, aunque se trata de un tema bíblico, en este adolescente frágil y audaz se reconoce inmediatamente a un héroe de la Antigüedad clásica.

A principios del quattrocento, Donatello descubrió la representación heroica de la adolescencia, que más tarde exaltarían los humanistas, en el sentido de una conciencia nueva de la dignidad y la excelencia del hombre. En su madurez artística, la actividad de Donatello fue innovadora y experimental, es cuando realizó el David y más tarde el grupo también en bronce de Judith y Holofernes, cuando ya tenía sesenta años; en estas obras realizó una búsqueda de los efectos pictóricos que posee el material del bronce, con la posibilidad que le permitían sus pátinas. Hay una cierta relación simbólica entre David y Judith, y Goliat y Holofernes: David, como Judit, representan la pasión controlada, mientras que Goliat, como Holofernes, representan la pasión desbocada.
Donatello interpretó este tema bíblico (tomado del Primer libro de Samuel) como un desnudo clásico. De hecho, fue el primer desnudo integral, de bulto redondo, que apareció en la escultura renacentista. Se trata de un desnudo ponderado, natural, pero muy expresivo debido a la firmeza de las líneas compositivas generales. Se relata la victoria de David sobre Goliat, un gigante filisteo. Donatello muestra un David adolescente, desnudo, con el pie sobre la cabeza de Goliat, que acaba de cortar con la propia espada de su enemigo y que David aún la sujeta en su mano derecha. Con la otra mano sostiene la piedra con la que hirió a Goliat. Tiene la expresión serena y cubre su cabeza con sombrero de paja típico de la Toscana del que caen las guedejas del pelo; lleva también una corona de hojas de amaranto, en clara alusión al heroísmo griego, y sus pies están calzados con unas botas. En la cabeza de Goliat se encuentra un yelmo trabajado al detalle con relieves historiados y adornos vegetales típicos del primer Renacimiento (llamados «in candelieri»), y donde está representado un bajorrelieve de una carroza alada por putti.

La actitud que presenta el cuerpo, apoyándose sobre la pierna derecha, es una influencia clara del estilo de Praxíteles, que se conoce en el mundo del arte como la "curva praxiteliana" o contraposto, y que contribuye a romper la ley de la frontalidad proporcionando un movimiento más armónico al cuerpo. Consiste en representar la figura con una pierna ligeramente flexionada, innovación que se atribuye al escultor Policleto.
La composición está enmarcada por una elipse con el recorrido que va desde la cabeza al brazo derecho, de éste a las piernas, después al otro brazo y acaba nuevamente en la cabeza. La obra tiene una altura de 158 cm, con las proporciones del cuerpo perfectas y con un eje vertical que guarda un perfecto equilibrio. El Renacimiento adoptó los elementos básicos que había descrito Vitruvio, que sostenía:
... que la proporción de la forma humana había de servir de paradigma para las proporciones de las creaciones del hombre. Ya que la naturaleza ha diseñado al cuerpo humano de manera que sus miembros están debidamente proporcionados a la figura en su conjunto; parece que los antiguos tenían una buena razón para su regla, que dice que en los edificios perfectos los diferentes miembros deben guardar relaciones simétricas exactas con el esquema general en su conjunto.
D'Architectura (siglo I) Vitruvio
El modelado muscular es muy suave, difuminado, casi femenino y el acabado que presenta el bronce es todo liso para simular la suavidad de la piel y constituye un magnífico ejemplo de estatuaria en bronce.
Según Vasari:
Es una figura tan natural y de una belleza tal que a los artistas les cuesta creer que no haya sido moldeada sobre un modelo viviente.
La interpretación simbólica es la relación con Cosme de Médici que conmemora las victorias de Florencia sobre su rival, Milán. En la escultura, David personifica a Florencia llevando el típico sombrero toscano, y Goliat a Milán, uno de cuyos símbolos es la espada convertida en cruz. También su inscripción hace referencia al mismo tema:
Pro Patria fortiter dimicantibus etiam adversus terribilissimos hostes di i praestant auxilium. A los que valientemente lucharon por la madre patria, los dioses darán su ayuda incluso ante los más terribles enemigos.
Entre algunos historiadores existen comentarios sobre la verdadera representación de la escultura de Donatello: ¿David y Goliat o Hermes venciendo a Argos?. Alessandro Parronchi se inclina hacia la segundo opción por el tema simbólico que expresa el sombrero laureado y la sensualidad pagana del adolescente. El sombrero que, como se ha dicho, podría ser toscano, es otro argumento a favor de esta interpretación, pues también podría ser el pétaso de alas anchas típico de Hermes; también lo señalaría el psicopompos que está representado en el casco de Goliat, ya que una de las atribuciones de Hermes era la de guiar las almas al otro mundo.
La escultura es una exaltación de la belleza ambigua del adolescente que parece que ha vencido a Goliat más por su coraje que por su fuerza.

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